Don Paolo Maldini

El violinista en el tejado

Eres tan dura como la piedra de mi mechero
me asaltan dudas de si te quiero;
Eres tan fria como el agua
que baja libre de la montaña.

Y no lo entiendo
fué tan efímero
el caminar de tú dedo
en mi espalda dibujando un corazon;
y pido al cielo que sepa comprender
estos ataques de celos
que me entran si yo no te vuelvo a ver.

Le pido a la luna
que alumbre tú vida,
la mia hace ya tiempo
que yace fundida,
con lo que me cuesta querer solo a ratos
mejor no te quiero, sera más barato.
Cansado de ser el triste violinista
que está en tu tejado
tocando pal Ingles siempre desafinado.

Eres tan tenue
como la luz
que alumbra mi vida
la más madura
fruta prohibida
tan diferente y parecida
a la tormenta
que se llevó mi vida.

Y no lo entiendo
fué tan efímero
el caminar de tú dedo
en mi espalda dibujando un corazon.
y pido al cielo que sepa comprender
estos ataques de celos
que me entran si yo no te vuelvo a ver.

Le pido a la luna
que alumbre tú vida
la mia hace ya tiempo
que yace fundida,
con lo que me cuesta querer solo a ratos
mejor no te quiero, sera más barato.
cansado de ser el triste violinista
que está en tu tejado,
tocando pal Ingles siempre desafinado...

...Y mientras rebusco en tú basura
nos van creciendo los enanos
de este circo que un dia montamos,
pero que no quepa duda
muy pronto estaré liberado,
porqué el tiempo todo lo cura
porqué un clavo saca otro clavo;
siempre desafinado...
...mientras rebusco en tú basura
nos van creciendo los enanos
de este circo que un día montamos
pero que no quepa duda...

Melendi

¿Quien es el campeón de liga y copa?

!A chuparla Mandrileños!(y catetos asociados).

Encrucijadas

Tejió la abuela
(la que plantó de secuoyas bosques)
en mechones azabaches
los caminos.

En trazos
sobre la arena
entrecruzados,
como tus trenzas
tanzas flexibles y tensas,
descienden firmes
son el sentido de mis sentidos.

Las rozo
las huelo
las domo.

Cree la hormiga
domadora de leones
al lomo subida chilla
susurra órdenes.

Así soy
león y hormiga;
palabras perdidas
en el rubor de tus muslos,
en el péndulo de tus caderas,
en el mecer de tu blusa,
en el morir de tu aliento,
en el nacer de tus párpados,
en el baile de tu voz,
en el orgasmo de tu sonrisa.

Así soy
en el corredor de la muerte
un velocista,
y en tus engaños
the believer
en tu cama...
A tú cama se va y no se vuelve;
como serpentea un condenado
hacia la cima del Gólgota
así saboreo mi cruz, tu vicio.

Déjame dormir aquí esta noche,
no llevo nada conmigo,
cuando amanezca
nada tendrás que devolverme.

Juan Gato ;;;

Cuentos

Cuentame un cuento
y veras que contento
me voy a la cama
y tengo lindos sueños.

"Celtas cortos"